romance: ¿la gran patraña?

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El mito del romance

Si me dieran una moneda por cada mujer que cree en el romance y termina estrellándose la jeta, creo que me jubilaría y me dedicaría al fornicio y a comer. En ese orden más o menos.

Pero no nos desanimemos de inmediato. El romance es posible, pero no de la forma edulcorada como se han imaginado después de fumarse todas esas telenovelasmalditas, películas de Disney, novelas por entregas de Corín Tellado y otras perversas, así como un montón de factores que nos han determinado al romanticismo o al romance y su etiqueta.

El romance es una condición en la cual todas creemos que se deben de desarrollar los acontecimientos que suceden en una relación. Entonces nos llenamos de lugares comunes, no somos originales y creemos que el 14 de febrero es el único día en el cual debemos de ajustar los cánones de la ñoñez y nos debemos de comportar como las novias o novios idóneos en busca de un premio por ser el ser más caramelizado de la comarca. Aburrido.

Para que el romance sea efectivo y no nos andemos picando el yoyo pensando que nos dijeron, y nosotros creíamos que tal cosa y que luego nos dieron algo que no queríamos, es necesario que deconstruyamos nuestra noción del romance y comencemos a ser más pragmáticos. Eso nos ayudará a tener más fornicio, a perder menos el tiempo y a conseguir placer y comprensión en la medida que nosotros también estemos en condiciones de darlo.

El primer punto será la tumbadera de lugares comunes. No existe tal cosa como “el amor de mi vida”, “mi único amor”, “a quién más he amado”, “con quienme entregué por completo”, “con quien tenía que casarme/reproducirme/enamorarme…”

Las visiones reduccionistas de la vida siempre nos parten toda la máter, porque entonces creemos que debemos cumplir con mandas: la de tener un amor platónico, un amor realizado, un amor sexoso…Aburrido. Si todo se trata de llenar moldes me declaro incompetente y sobre todo, inepta para conseguirme un amor de mi vida o al padre de todos mis hijos. Yo he tenido tantos amores de mi vida y futuros padres de mis hijos, que no sé porqué no tengo más de una criatura.

El segundo punto sobre el romance y su posibilidad de éxito es: baja el nivel de tus expectativas o prepárate a morir de desilusión. El problema del romance es que nos provoca demasiadas caricaturas mentales: debe de llevarme, traerme, darme flores, cine, comida…Eso no es romance queridas, eso es explotación y abuso. Deben existir mejores cosas para liar el amor.

Bájale la intensidad si notas que se te desmecata el borrico. Sé que no podrás hacer eso, pero al menos intenta rasparte un poco el tafanario. Sólo recuerda: manda quien quiere menos y quien no espera nada…Tu sabrás.

El tercer argumento a favor de un mejor romance es: no veas a cada una de tus conquistas como una de tus parejas potenciales y no actúes como una boa constrictor desde un principio. Man@: sólo diré una cosa: la desesperación es muy notoria. Trata de que no se te note tanto.

Facebook es un sitio en donde el exhibicionismo ha cobrado formas bizarras que derivan en un bufonato de la vida privada. Mujeres urgidas de maridos babeando el selfies para conseguir un esposo/amante/novio/con que tenga pene. Otras de más allá exhibiendo las miserias de sus vidas conyugales o de novias. Dice Gaby Torres citada por Patricia Laurent, que el facebook exige una inmediata adulación…o algo así. Me niego a perder mi idea de vida privada, que como sea será buitreada y destazada les de uno o no carroña a la banda.

El cuarto argumento sobre el romance es la advertencia sobre la noción de pareja que tenemos en la mente. Claro que nos encanta ser cachondos, forniciar indiscriminadamente y frotarnos a la menor provocación, sin embargo debemos recordar que estamos en un continuo ensayo. Siempre atraeremos a cierto tipo de personas. Es normal que se nos acerquen algunas que ya sabemos que no nos hacen bien. Aprendamos a reconocer y a batear a la gente que es nociva para nuestra salud. Si podrás lograrlo y llegará ese día en el que digas: «ya dejé de acostarme con puros músicos/abogados/buenos para nada/huevones de toda calaña/escritores/psicólogos/…» o cualquier tipo de individuo que sea tu pata de palo.

El quinto argumento para la construcción de un romance sólido, es la aceptación de que somos transitorios, efímeros y que nada es para siempre. Como nos han insertado por el tafanario la idea de que seremos felices y nunca habrá ningún obstáculo para nuestra dicha, creemos erróneamente en la inmortalidad de las relaciones y en su invulnerabilidad emocional. Todos los días se cultiva una relación. Cada minuto de ella es un constructo. Es necesario que atendamos si queremos.

El sexto comentario sobre el romance, es que, sin amor no vale la pena ningún trabajo en la vida romántica. No importa que sea el padre de los hijos, la novia paciente. Sí sólo hay costumbre en el sitio en donde anidaba el amor…¿para qué?

 

Ponla a dormir: elia.martinez.rodarte@gmail.com