¿con cuánt@s puedes?

Imagen

Uno, dos y el que sigue…

Creo que yo he estado enamorada siempre. Eso me llevó a cierta cantidad de actividad romántica y noviecita, y luego sexual, que no digo que haya sido abundosa ni tampoco escasa, más bien ha sido ecléctica. La cantidad de parejas no quiere decir que la vida sexual haya sido generosa o constante, así como la calidad no garantiza nada: será la misma mientras no se cambie o mejore la actividad forniciatoria o hagas un trío o vayas a una orgía o fomentes la creatividad de alguna manera.

Pero las personas enamoradas, liadas, ayuntadas o casadas no necesariamente tienen una vida sexual satisfactoria, y los lineamientos culpígenos y monógamos (hasta creen) orillan a una rutinización del sexo que lleva al truene, luego a la amargura y ash no…Muchos casad@s o comprometid@s quizás no andan de calenturosos, pero sí se ven hambread@s muchos de ellos.

Entonces quienes se encuentran en una existencia ocupada, o viven temporales en los que se ven obligad@s a replegarse al trabajo, a la crianza y a todo lo que se relaciona con la vida adulta, que dicho sea de paso es súper aburrida, deben optar por conductas sexuales más relajadas, o una actividad sexual pobre y sin muchas expectativas.

La respuesta a una rutina agitada en la que no se tiene tiempo de mantener una relación seria o vivir con alguien, podría ser un free, un rapidín, una relación sin compromisos en calidad de poliamor, pero sólo de carácter erótico o sexual. Es posible, es deseable, pero hay que ser una persona organizada y buen administrador de tu tiempo. Puedes forniciar todos los días varias veces y con vari@s, sí te organizas bien.

Si vas a tener una vida de bateadores emergentes, querid@, lo primero que debes de considerar es el territorio.

Si existen acompañantes (no de paga, aysh, espero no estén tan urgid@s), novi@s ocasionales, amig@s cooperativas en tu rumbo, es lo mejor, porque así puedes forniciar con personas que no se tienen que desplazar mucho y que pueden ir a tu casa o tú a la de ell@s o a un motel que les quede en un punto medio. Ahorran tiempo y dinero.

No incluyas a personas que se conozcan entre sí para que sean tus lovers o bateadores emergentes. Es una ridículez y no tardarán en hacer de tu vida un infierno de chismes, y pueden crearse situaciones de celos o competitivas, que no concuerdan con el espíritu del poliamor erótico y sexual que te propones seguir con tu agenda de folladores en libertad. Menos si son familiares. No seas suicida y te andes follando a herman@s del mismo apellido.

Hagas lo que hagas con quien sea, sé específico en el tipo de relación que quieres o necesitas con una persona. Sé clar@ y dile: “Sólo quiero coger”. “Sólo quiero a alguien para que me masajee la espaldas los jueves y que me haga el amor el lunes”. “Sólo quiero a alguien para fajar en el carro y en el cine”. Sé muy puntual en lo que necesitas, exprésalo y desarrolla el titanio suficiente para que forres tus testículos y ovarios por si te dicen que no.

No te enamores, no salgas con tus rollos territoriales, románticos o de macho alfa con pretensiones mamilas. Una relación sin compromisos que privilegie sólo lo sexual, es para personas maduras y que no se les sube el caramelo al cerebro. Sepan escoger y desechen pronto a los inmadur@s, celos@s y mucho cuidado con liarse con quienes no acaban de solucionar sus truenes o desastres amorosos previos.

Si vas al free del poliamor, no se te ocurra exhibirte o mostrarte como la gallina de los gallos o el gallo del gallinero. Es muy de nuestra nación la fantochería de presumir amantes, tanto en hombres como en mujeres. Evítate esa indignidad.

El poliamor, para relaciones serias o nada más para forniciar exclusivamente, es un ejercicio de desapego. Una persona que pueda ecualizar y admitir sus diferentes formas de amar con vari@s individuos, entonces se establecerá en el poliamor. Es lo mismo con el sexo: cada pareja ofrece una dimensión diferente de sensaciones y tú organizas el goce.

 

Tome su número: elia.martinez.rodarte@gmail.com